jueves, 27 de diciembre de 2018

Suspiros y cervezas.

Llovía a cántaros. Sofía se refugió en un café que parecía más una cantina abandonada.
- Hola Sofía ¿Cómo has estado? - Lina la saludó efusivamente.
- ¡Lina! - Sofía aún no la podía mirar a la cara.- ¿Cómo has estado? No te veía desde... - silencio incómodo.
- Muy bien. Ahora estoy muy bien. Me voy el otro mes a estudiar en Viena.
-¿Viena? ¿Qué vas a estudiar?
- Maestría en derecho comercial.
- Interesante
- Para nada, pero es lo que ahora da plata.
- De algo debemos comer ¿Y qué haces aquí?
- Escapo de la lluvia ¿Tú?
- Lo mismo.
- ¿Quieres un café? Yo invito - Se aventuró a decir Sofía
- Gracias, está bien.
Sofía y Lina habían sido grandes amigas. Sofía le había presentado a Goyo. Goyo se había encargado de romper a Lina. Sofía se sentía culpable.
- ¿Sigues con Nicolás? - Preguntó Lina mientras tomaban asiento.
- Oh, no. Ya no nos hablamos. Creo que él ahora está en Suiza - Respondió Sofía mientras se escondía en el menú.
- Lo siento. Que pregunta tan estúpida.
- No te preocupes, no terminó mal ¿Qué hay de tu vida?
- ¿Sentimental? Estoy de novia con un compañero de derecho. Es juicio, es un polo a tierra. Nos vamos juntos a Viena.
- Me alegro mucho.
- ¿Y tú?
- Yo salgo con... Alguien.
- ¿Lo quieres? - Lina observó a Sofía. Llegaron los cafés.- Lo quieres.
Sofía apretó fuertemente su pocillo. Se aferró a él.
- Pero... - Continuó Lina.
- Es sólo un juego.
- Quieres mucho a ese juego ¿No te quiere a ti?
- No, Lina. No me quiere a mí. Soy estúpida y no puede quererme a mí.
- Continúa...
- Yo...
Lina entendió. Hablar del tema iba a ser incómodo para Sofía, no sólo porque tenía un dolor casi físico en el pecho, sino por la naturaleza del mismo.
- Está bien. Creo que con la persona con la que menos deberías sentir vergüenza es conmigo. - Lina le tomó la mano con ternura a Sofía y continuó - Yo sé por lo que estás pasando. Yo te entiendo. Cuando Goyo llegaba con la sonrisa de Anne en sus labios yo no podía respirar. Anne y él... Escucha. Deja de perseguir quiénes son emocionalmente inaccesibles, entiende que tienes un vacío, pero llénalo con experiencias que no sean  autodestructivas. Ya verás como la sonrisa vuelve a tus ojos.
- Suenas como una tarjeta de felicitación. Parece que tus palabras las redactará un escritor barato.
- Burlate de mí todo lo que quieras, Sophie, pero ese agujero que tienes en el pecho es real. Ignorarlo lo va a agrandar, retirarte en cambio...
- Cambiemos de tema y de bebida, estamos muy trascendentales ¿Cerveza? - Dijo Sofía mientras se le aguaban los ojos.
- Por supuesto - Lina sonrió dulcemente.
Sofía se sumergió en la cerveza hasta olvidar que él la estaba usando para distraer los momentos de tensión y aburrimiento con ella. Pero por más que quisiera, el agujero en su pecho dejaba escapar suspiros y cerveza.
- Salud.
Belcebú.

Lejos

Volvió a leer el cuento corto. Ya lo sabía de memoria, pero le gustaba vivir en una vida que no era de ella. Cerró los ojos y se imaginó all...