viernes, 18 de julio de 2014

Fracasar por lo alto.

La vida no es lo que uní espera, nunca. Los planes que se cumplen siempre tendrán un problema, a corto o largo plazo y los que no salen son el común denominador. 

Cuando Sofía nació sus padres juraron darle el mejor futuro posible, después vino la depresión del 99, así que el mejor futuro de Sofía se convirtió simplemente en un futuro que tuvo que compartir con un recién nacido que redujo el presupuesto del futuro de Sofía y vació las cuentas de sus padres. A cambio de todo el dinero ahora Sofía cuenta con un adolecente que para este momento podría ser su mejor amigo. 

El tiempo pasa y uno no puede simplemente existir y ya, tiene que matarse entre la selva de papeles, cuentas y deudas para comprar comida que otros animales obtienen sólo caminando un poco. "Las reglas del juego no son así, Sofía. Existir tiene un precio que debe poder pagarse". Esos comentarios ya no la afectaban, estaba decidida a volver a ser feliz, al morir Arturo había muerto un pedazo de ella, un pedazo minúsculo que se llenaba con ocio y diversión… Volver a ser feliz, esa había sido su meta, imaginó que podía pagar ese precio y entro a la universidad decidida a encontrar la felicidad. 

Por años estudió con más pasión con la que se puede besar a un hombre o celebrar un gol, por años la felicidad tenía ese sabor de estrés y tinto a las 3 a.m., tenía la felicidad en sus libros, sus apuntes, su cerebro, había atrapado la felicidad. 

Esa metáfora de autosuperación que dice que la felicidad es como una escalera es verdad, se sube con esfuerzo y se camina sobre la felicidad hasta que se acaba el camino y uno se va de culo y tiene que volver a subir. 

Sofía se fue de culo meses antes de graduarse, el plan había llegado a su fin ¿Y ahora qué?. "Debí estudiar una carrera comercial" se ha dicho por los últimos cuatro meses. Ese no era el plan, el camino era ilimitado, el camino de la felicidad no tiene fin. 

A Sofía, como a muchos los jodió la imaginación. Si uno sólo puede ser feliz haciendo lo que le gusta entonces debe aprender a modificar sus gustos. Esto no es un cuento con un final feliz ni una novela donde la mayor preocupación es el amor de tu vida, esto es la vida real, tan cruda y desgarradora como puede imaginarse. Esto es la razón de que los genios se vuelen los sesos y los idiotas se sientan bien. 

Lentamente el mundo real se traga la felicidad y la convierte en necesidad de adquirir objetos, miles de objetos, millones… Y la felicidad se pierde… 

Sofía va a tener que pagar un precio muy alto por creer que la felicidad se encuentra en los libros y no en el dinero, después de todo ¿Qué compra los libros?. A eso se le puede llamar fracaso por lo alto, conoció la felicidad, el fin de la escalera y el fin del camino, se cayó desde lo más alto y se le partió la sonrisa. 

Tal vez si todas las historias terminaran mal, todos estaríamos preparados para comer la mierda que nos ofrece el mundo adulto. 

- Belcebú

Lejos

Volvió a leer el cuento corto. Ya lo sabía de memoria, pero le gustaba vivir en una vida que no era de ella. Cerró los ojos y se imaginó all...