domingo, 9 de febrero de 2014

Felices años 20

M:

Algún día irás a buscarme, cuando quieras hijos, boas e iguanas, y seguramente yo seguiré igual, por ahí, dando tumbos por la vida, o tal vez ya haya muerto.

Tal vez por inercia vengas a buscarme, o tal vez tengas una chica mejor frente a ti, con tetas más pequeñas, culo más grande y corazón con menos huecos. Tal vez ella tengo un bonito pelo rubio, rojizo o negro. Tenga ojos claros, los pezones del mismo color y no sea buena en la cama, o tal vez sea mejor. Tal vez ella quiera hijos, un perro, un bonito carro y acciones en el club. Tal vez ella sepa cocinar, coser y planchar, tal vez no le guste la cerveza y no le siente mal el vino. Tal vez sea una ama de casa ejemplar, una excelente profesional, sea muy ordenada y quiera cinco hijos, o seis. 

Tal vez se preocupe por tus caprichos, te compre libros y sacos, no vea Star Wars y esté en contra de la violencia dura y excitante de Tarantino. Tal vez se acuerde de todas las fechas importantes y tenga bonitos detalles contigo, se levanté temprano, se maquille, haga tu desayuno y se arregle el pelo. Tal vez te abrace cuando se lo pides y sea más importante para ella el abrazo después que el orgasmo antes. 

Y tal vez por eso, por ser tan perfecta, no la quieras. Tal vez me recuerdes con 20 años. Tal vez quieras organizarte con alguien que te desorganice la vida, para no sentir emoción sólo cuando eyaculas, para sentirte roto, para sentirte bien estando mal. Tal vez quieras organizarte con alguien que no le importé dormir con una iguana en la carpa, que odie los tacones y le guste el barro. Tal vez quieras a alguien que sepa la diferencia entre un perro y un Wokiee, y entre Hércules Poirot y Sherlock Holms. Tal vez busques a alguien roto, extraño, complicado... Alguien que llore porque le tiene eterno asco a su lengua, que se levanté a las doce del día buscando desayunar Vodka con jugo de naranja y se acueste a las 4 de la mañana después de tomar cerveza y buscar ranas en caños. Tal vez quieras a alguien que se muera por la ciencia y odie a la gente, alguien que sólo pida que la consientan cuando tiene cólicos y quiera tratar de programar. Tal vez no te guste el vino con gaseosa y te canses de arrumar tantos libros, pero tal vez eso no lo pienses cuando vengas a buscarme. 

Tal vez quieras a alguien no tan perfecto, alguien que no sea como esa que te solías comer que no se moría por nada, esa que sólo quería pasar los días o esa que le dolía la realidad de la gente. 

Tal vez no vivas el sueño americano junto a mí, no sepa hacer pasteles y nunca tienda bien la cama. Tal vez me ponga brava por cosas como que no me corre un programa o que no me dejan colectar especímenes para investigación. Tal vez me frustre porque se me olvidan los nombres de los bichos y no me acuerde de cuando me buscaste.  Pero si me buscas te prometo que eso va a seguir siendo así, no voy a gastar millones en llenar mi armario pero tal vez necesitemos una nueva biblioteca. No haré dieta y posiblemente no deje el cigarrillo, pero tampoco voy a dejar de decirte mentiras en las verdades.

Lo único que podría cambiar sería aprender a confiar, aprender a hablar contigo y tal vez  no ponerle a la boa tu nombre.  

-S. 

Lejos

Volvió a leer el cuento corto. Ya lo sabía de memoria, pero le gustaba vivir en una vida que no era de ella. Cerró los ojos y se imaginó all...