viernes, 11 de octubre de 2013

Las tortugas se parecen a los libros.


Tengo una colección de tortugas, unas grandes, otras chiquitas, unas de cobre, madera, cerámica o arcilla, tela, cuero... Todas esas tortugas han sido regalos, nunca he comprado una por mi cuenta, supongo que la gente siempre que ve una tortuga recuerda lo mucho que yo las amo y me las regala. 


También tengo una colección de libros; de comedia, tragedia, obras, poemas, libros de 50 páginas y sagas casi completas... Tengo muchos libros, pero de vez en cuando los regalo porque los libros me traen recuerdos, me traen más recuerdos las tortugas, aunque los libros los he comprado yo... Muy pocos me regalan libros.

Tengo tortugas de todos los hombres que me han hecho sonreír...  Y de algunas mujeres.


Las tortugas son como mis días, hay unas pesadas, otras ligeras, unas que al caer hacen ruido y rompen baldosas y otras que simplemente se quiebran, unas claras, otras oscuras, unas sonríen y otras lloran. Tengo algunas tortugas rotas de algunas mudanzas, tengo algunos recuerdos rotos de algunas sonrisas. Tengo fotos, formas, llaveros, dibujos, aretes, collares e incluso un peluche que me trajo mi hermano de un viaje... Cualquiera que no me haya regalado una tortuga es porque no me conoce.

Cada vez que las veo me hacen sonreír. Cada una guarda un secreto distinto, cada una me recuerda una razón para que me la regalaran y una historia que terminó... Cada una me llena de una alegría nostálgica que tienen las cartas viejas o los abrazos empolvados. 


Cada libro significa alguien a quien no volveré a ver, un personaje que leí, conocí, me enamoré, lloré, me emocioné y ahora ya no existe. Es como si hubiera peleado irremediablemente con él y ya no habláramos, como si lo hubiera matado. Cada libro tiene nostalgia, como la nostalgia de las tortugas, como la nostalgia que te hace sentir alguien que vas a extrañar... En eso mis tortugas son como mis libros. 


Pero puedo soportar más fácil la melancolía de perder a alguien que me diera una tortuga a alguien que me dejó leerlo, porque por lo general los personajes de los libros son, por eso a este viaje sólo voy a llevar un libro que aún no he leído y una serie interminable de tortugas. 

Sólo he perdido una tortuga. Cuando la veía me hacía llorar;  era la tortuga que me regaló en Octubre alguien que está muerto, no como los personajes de los libros, está muerto de verdad... Es la única tortuga a la que menosprecié, tal vez porque la apreciaba demasiado.  

... Si yo escribiera un libro sobre las personas que me regalaron tortugas, seguro serían historias perfectas. 


- Lu

Lejos

Volvió a leer el cuento corto. Ya lo sabía de memoria, pero le gustaba vivir en una vida que no era de ella. Cerró los ojos y se imaginó all...